sobre la brevedad, Javier Moreno


[La brevedad como espejo] del mundo tal y como yo lo vivo y lo pienso. Las temporalidades medias y largas propias de las novelas y del mundo decimonónicos tienden a desaparecer, son literalmente y en un doble sentido un anacronismo. Todo se acorta, todo se abrevia o, como mucho, se recicla. La perdurabilidad ha dado lugar a la obsolescencia programada o la metamorfosis.


[En una entrevista de Begoña Piña, diario Público, hablando sobre su reciente novela 2020, (Lengua de trapo). 16 de marzo de 2013]

primera impresión (sueño en mi estudio)



Agotado, esta madrugada, entre vigilia y sueño, vi un parpadeo verde encima de mi mesa de trabajo. La vieja impresora averiada, abandonada al polvo y sombra, en espera de ser reemplazada, volvió a la vida, ella sola, bajo el auspicio de un claro de luna. Regurgitó entonces sus piezas engranadas en doloroso parto y empezó a vomitar papeles blancos por su boca. “Mañana -me dije- temblarán las columnas del Oeste.” Y volví a dormirme esperanzado.

seña de identidad

El embudo traga agua, leche, vino, lentejas. Todo cuanto le echemos.” Así comienza el Tratado de las cosas, del doctor Maxime Villén. Pero el mío, más que tragar pierde, gota a gota, especialmente algunas tardes de verano. Cuando salgo a la calle arrecia un calor inasible y se me deshace en la cabeza como elefante de hielo al sol. Tengo férreas tentaciones de colgarlo, de tirarlo, de dejármelo en casa al salir. Pero me mueve, en realidad, el miedo de que pase ella y no me reconozca y que al pararla me diga que soy un mero impostor. Ella volverá, así me lo dijo en su despedida. Desde entonces, estoy condenado a llevar el embudo siempre puesto, jineteando las calles, como un Napoleón de mi Kansas, esperando a Dorothy regresar.

[La foto fue tomada en la Public Library de Lexington, KY, y la obra es de Steve y de su hija Jacqueline Winter.] 

sobre la creación, Ernesto Sabato

Una reflexión de Ernesto Sabato sobre la creación, encontrada en su más que apetecible y claro "El escritor y sus fantasmas".


"Pascal afirma que la vida es una mesa de juego, en la que el destino pone nuestro nacimiento, nuestro carácter, nuestra circunstancia. Sólo si somos creadores podemos apostar otra vez, al menos en la fantasmal vida de nuestras ficciones. Y en ese proceso nos objetivamos en otros personajes, que son espíritu de nuestro espíritu y que sin embargo se comportan de sorprendente manera aun para nosotros mismos, impulsados por fuerzas secretas y desconocidas, que en nuestra vida normal estaban aletargadas y dominadas."

Sabato, Ernesto. El escritor y sus fantasmas. Buenos Aires: Aguilar Argentina, 1971. 218.
(Ambas fotografías provienen de ernestosabato.bligoo.com)